Comenzamos hablando brevemente a nuestros alumnos/as del
órgano de luces y le mostramos un prototipo que se creó en París en 1854.
Hacemos dos grupos con los alumnos/as de la clase. Asignamos a cada grupo un
color y damos a cada niño/a un papel celofán y una goma elástica del color
asignado a su grupo para que la coloquen en su linterna: amarillo o azul.
Colocamos a cada grupo en un extremo de la clase. Les decimos que vamos a
escuchar música y que ellos deben encender y apagar sus linternas a la orden del
profesor/a. Cuando la mano señale a su grupo encenderán la linterna y cuando la
mano señale al grupo contrario la apagarán y este la encenderá (también pueden
tapar la luz con la mano). Deben proyectar la luz de la linterna hacia la pared
de enfrente de la clase para que podamos ver el cambio de los colores. Podemos
mover nuestra mano y marcar un tempo, un movimiento o un ritmo con ella para
que los niños/as nos sigan con sus linternas. Este movimiento lo haremos
después con las diferentes músicas. Ensayamos esto sin música. Les comentamos
que vamos a escuchar músicas en las que se repite dos veces una misma frase
musical, un mismo ritmo o una misma melodía. La primera vez que escuchemos esta
frase, ritmo o melodía encenderá la linterna un grupo y la segunda vez que
suene será el otro grupo el que la encienda. Será como un dialogo, como un eco.
Algunas frases, ritmos o melodías son muy breves así que hay que estar muy
atentos.
Finalmente, la actividad resulta muy atractiva, divertida y diferentes para nuestros alumnos/as y han participado activamente en ella.
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